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miércoles, 30 de noviembre de 2011

La meteórica carrera de una ultra K



Con todos los rasgos del poder kirchnerista

Beatriz Rojkés de Alperovich tuvo un vertiginoso ascenso en la política. En menos de seis años fue diputada nacional, presidenta del PJ tucumano, una de las vicepresidentas del PJ nacional y senadora nacional. A partir del nuevo mandato de Cristina Kirchner será presidenta provisional del Senado, un espacio reservado para alguien considerado incondicional.
Desde que ocupa un cargo legislativo, "nunca le tembló la mano" -así dice ella- para apoyar las leyes pedidas por el kirchnerismo. De esa forma, explica su lealtad a la Casa Rosada. Apoyó el proyecto de retenciones móviles, aunque impactaba directamente sobre sus finanzas: su marido, el gobernador tucumano José Alperovich, es uno de los mayores sojeros del Norte, con tierras en Santiago del Estero y en Salta.
Tiene una característica valorada en el kirchnerismo: su rechazo a los medios de comunicación que no le responden. Incluso tiene programas de TV a su medida. Para que no quedaran dudas sobre la línea editorial, uno de sus hermanos es el conductor del espacio.
Antes de desembarcar en la política, Rojkés tuvo una fuerte turbulencia en el manejo de la ONG Pibe. La Justicia investigaba el desvío de fondos públicos de la Secretaría de Información Pública a favor de la ONG que se dedicaba a la recuperación de niños extraviados. A los pocos días de haber asumido como juez penal, durante el primer gobierno de Alperovich, Francisco Pisa cerró la causa, sin culpables. Luego del caso, Rojkés cerró la fundación y mantuvo el perfil bajo hasta que su marido se consolidó en el poder tucumano.
Rojkés llegó a la Cámara de Diputados por pedido expreso del gobernador. Hasta entonces, era reacia a incursionar en política. En su familia tampoco estaba bien definida la orientación política: un hermano simpatizaba con el radicalismo y su hermana, la ministra de Educación de Tucumán, en el Partido Comunista. En ese entonces, ella acompañaba a su marido en sus primeros pasos en la política, de la mano de la UCR.
El ascenso de Rojkés puede tener repercusiones en Tucumán. Al ser el último mandato de su marido, hay un sector del peronismo que la impulsa para suceder a su esposo. Ella le baja el tono. "Estaré donde José me diga", es su frase preferida..

Fuente:LaNación

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