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sábado, 29 de septiembre de 2012

Lanata: "Cuando le preguntaron, CFK se puso cínica y agresiva"



Lanata: ¨Cuando le preguntaron, CFK se puso cínica y agresiva¨

El periodista estuvo en la conferencia de Harvard. Su mirada del encuentro. “Cuando los chicos le preguntaron de Argentina, Cristina se puso cínica, agresiva, los trató mal...”, así describió el periodista Jorge Lanata la conferencia que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio ayer en la Universidad de Harvard, en Boston. Lanata, que estuvo ayer presente en la conferencia, también dijo sorprenderse por cómo impactó en el gobierno el hecho de que “cuatro o cinco estudiantes” le hayan hecho preguntas. “Es increíble que la pregunta de cuatro o cinco estudiantes se haya transformado en una cuestión de Estado durante tres días”, reflexionó el periodista. Y hasta habló de la “paranoia” de Cristina por suponer que la pregunta de uno de los estudiantes había sido entregada por él mismo. “Cristina no soporta que le hagan preguntas, se enoja”, señaló. Y contó que el lugar estaba lleno de estudiantes de todas las nacionalidades y que había mucha expectativa con la presencia de la mandataria. “Ella daba consejos al mundo. Daba la sensación de que iba a evitar hablar de Argentina cuando los chicos le preguntaron, y se puso cínica, agresiva, los trató mal...”, relató. Lanata también se refirió al episodio de la mandataria con los estudiantes de Harvard, a los que los comparó casi despectivamente con estudiantes de la Universidad de La Matanza. “A mí me llama la atención que habla como si estuviera hablando en un bar, no es consciente de su rol, porque un presidente no dice ‘chicos están en Harvard no en La Matanza; es increíble, es tu país, cómo vas a decir eso, es muy raro cómo razona”. Y hasta se refirió a la negación de Cristina sobre el cepo cambiario. "Y después niega todo. No sé hasta dónde es buena la estrategia de comunicación del gobierno en negar todo, porque es como que provoca más bronca en la gente que está escuchando”.

Fuente: Perfil.com


Malhumor y bromas irónicas entre los universitarios de La Matanza

 
Malhumor y bromas irónicas entre los universitarios de La Matanza 

La frase de la Presidenta en Harvard enojó a los estudiantes, que se sintieron desprestigiados o fue por liderar el QS World University Rankings que publica la agencia británica Quacquarelli Symonds. Ni fueron el porcentaje de graduados ni los promedios los que protagonizaron la discusión. La frase que la presidenta Cristina Kirchner lanzó anteayer en Harvard ubicó a la Universidad Nacional de La Matanza en el eje de una inesperada polémica. Todo comenzó anteanoche, cuando un alumno de la universidad estadounidense dijo sentirse "privilegiado" por hacerle una pregunta a la Presidenta, y ella le contestó: "Chicos, estamos en Harvard... Por favor, esas cosas son para La Matanza, no para Harvard". Sin ninguna duda, la polémica frase, y todo su abanico de posibles lecturas, fue el tema del día en los pasillos y las aulas de la casa de estudios situada en San Justo, en el oeste bonaerense. Fue tema de discusión entre los estudiantes y generó no pocas cargadas. La respuesta burlona a casi cualquier crítica era: "Y bueh... esto no es Harvard". LA NACION recorrió ayer la universidad para medir el humor de los estudiantes ante la frase de la Presidenta. Sin enojos, aunque con caras serias, los jóvenes coincidieron en que la comparación desprestigiaba a su universidad. El propio rector, Daniel Martínez, se mostró "muy dolido" por la frase de la Presidenta. "Desprestigió a la universidad y es quien nos gobierna, no sé qué quiso hacer", opinó Cristian, de 19 años, que está en primer año de Derecho. "Lo que importa no es la universidad, sino cómo es el que estudia, si le gusta la carrera, si es responsable. Si ella hubiera estudiado acá, seguro que sería la exitosa abogada que dijo ser", ironizó Ariel, de 21, estudiante de tercer año de Derecho. La conversación de ambos jóvenes rápidamente convocó a más chicos al debate. Quedaba claro que era el tema del momento. "A mí me cayó bárbaro", aseguró un joven que se dio media vuelta y se fue antes de contestar por qué. "Él es ultra-K", explicaron. "Algunos toman la frase literalmente y dicen que habló del partido, no de la universidad", aclararon. "Siempre nos terminan discriminando a los más pobres. Ella tiende a discriminar. Harvard no es La Matanza, eso es obvio, pero eso no significa que seamos mejores ni peores", lamentó Carolina Montes, de 35 años, que asiste al curso de ingreso para Nutrición. "Vivo en González Catán y vivo la discriminación. Esa frase la dijo en forma inconsciente, pero es lo que piensa", agregó. "En el rol de Presidenta no se puede expresar así. Es una figura social. ¿La verdad? Me cayó mal", dijo Federico Dougaruc, que cursa el cuarto año de Educación Física. "Fue con desprecio", aseguró Jorge, estudiante del último año de Administración de Empresas. "Ahí cambié de canal. Es impulsiva y habla de más", agregó. Pero prefirió omitir su apellido. "No quiero problemas. hay mucho fanático fundamentalista", dijo otro joven que corrió a la cronista después de conversar con ella para pedir que no publicara su nombre. Camila Cuesta y Eugenia Paz son compañeras del secundario y están en el curso de ingreso. La primera para recibirse de contadora, y la segunda, de abogada. "Me parece desastroso lo que dijo. Todos hablan del mismo tema, acá y en el colegio. Espero que lo haya dicho sin pensar", aseguró Camila. "Desubicada es poco... Desprestigió en un segundo a los que venimos acá sin conocernos", se quejó Eugenia. "Decir eso de una universidad que recién ahora se está dando a conocer, con buena oferta de nuevas carreras, es terrible. Nos deja muy mal parados", consideró Daiana Flamenco, de tercer año de Comercio Internacional, frente a la Biblioteca. La Universidad Nacional de La Matanza cumple hoy, en coincidencia con la polémica, 23 años. Fue creada en 1989 al sancionar el Senado la ley 23.748. En un predio de 40 hectáreas se construyeron cientos de aulas, laboratorios, un gimnasio, una pileta semiolímpica y un campo deportivo. Se ofrecen más de 40 carreras de grado, posgrado y maestrías que cursan cerca de 41.000 alumnos. Horas después de pronunciar la frase que irritó a los estudiantes, la Presidenta intentó diluir el efecto de sus palabras y escribió en su cuenta de Twitter: "Ayer en Harvard me acordé mucho de ustedes. Cuando conozco otros lugares en vivo y en directo, cada vez los quiero más...". El tiempo dirá si su gesto de "cariño cibernético" alcanza para calmar el enojo de los estudiantes. El intendente puso la cara para defender a su "jefa" El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, puso la cara, en una rueda de prensa, para defender a Cristina Kirchner. Sin criticar al rector de la universidad de su distrito, Daniel Martínez, acusó a los medios de comunicación de distorsionar las palabras de la Presidenta. Espinoza interpretó que los dichos de la Presidenta sobre La Matanza y su universidad en Harvard fueron en "tono irónico". Para él, esta polémica es "un nuevo ataque a la Presidenta". "Fue una frase desafortunada, no le encuentro otra explicación", había afirmado el rector en la radio. "Genera dolor en toda la comunidad", dijo. Para el intendente, la interpretación de Martínez "fue errónea porque capaz se dejó llevar por la película virtual de algunos medios". Evitó denunciarlo, como sí hicieron otros referentes del kirchnerismo. Espinoza fue uno de los primeros dirigentes oficialistas que respaldó en público la idea de que Cristina Kirchner sea reelegida por segunda vez, previo cambio constitucional. Ayer le tocó dar otra prueba de lealtad. La sexta provincia La Matanza es uno de los distritos más poblados Ubicación: Oeste del Gran Buenos Aires El partido de La Matanza tiene 1.249.958 habitantes, según el censo de 2010. Tiene más población que las provincias de Entre Ríos, Salta, Misiones y Chaco, entre otras 24% En la pobreza Uno de cada cuatro habitantes tiene necesidades básicas insatisfechas. El 54% no tiene cloacas Distrito kirchnerista Intendente desde 2005, Fernando Espinoza (FPV) sucedió a Alberto Balestrini. En 2011, Cristina Kirchner ganó las elecciones con el 60,55% de los votos24%

Fuente:LaNación

La Presidente se fue enojada y en Harvard seguía la ebullición


La Presidente se fue enojada y en Harvard seguía la ebullición 

 Entre los funcionarios admitían decepción por cómo salió la conferencia, pero decían que ella buscó mostrar que "da la batalla"; hubo malestar entre los alumnos ambridge, Massachusetts.- Montaron un cóctel con la esperanza de que lo compartiera. Pero, terminado el picante cruce con estudiantes en la Universidad de Harvard y unas fotos de rigor, Cristina Kirchner partió como una exhalación, dejando atrás una mezcla de amargura por las descalificaciones personales en las que incurrió y de sorpresa por la incomodidad con que recibió las preguntas. Iba a ser su gran noche, pero se marchó fastidiada. Sabe que e l clima del país es otro desde la masiva protesta del jueves 13 , pero no esperaba que su queja permeara dentro de "un ámbito académico". Eso, y el hecho de ser abucheada, la descolocaron. Pero, una vez planteado el cruce, no lo esquivó, explicaban fuentes del Gobierno. "Dos más, por favor", desafió, pidiendo más preguntas cuando el decano de la Escuela Kennedy, David Ellwood, propuso cerrar el debate y ofreció una salida para el duelo. Para entonces ya había contestado ocho preguntas. Con tres -las mismas de su predecesora, la brasileña Dilma Rousseff- hubiese sido suficiente. Si ella extendió la noche más allá de los horarios de una ciudad que se retira temprano, fue para un mensaje doméstico: dar la batalla. "Sabe que hay malestar con sectores de la clase media", lo que no sabía era que la ira estaba tan extendida", se indicó a LA NACION. En el entorno de la Presidenta nadie duda de que el cuestionario de los alumnos estuvo al servicio de la "protesta cacerolera". Les hubiese gustado que el moderador impidiera los silbidos pero, una vez en la arena, la Presidenta decidió lo del toro: embestir a golpe de sarcasmo y humillación. Los alumnos -algunos con las heridas del acné aún en el rostro- no podían dejar de acusar el golpe. "No entiendo por qué no puede contestar sin agredir o descalificar", dijo Sergio, el joven venezolano que, con una referencia a la idea de "tenerle miedo" le preguntó en último lugar. Pero, aun así, se mantuvo firme. "Fue ella quien se prestó al diálogo, no entiendo por qué luego no sabe ejercerlo. Entiendo que hay cuestiones que pueden ser más incómodas, pero eso es cosa de todos los días y para eso se discute", añadió. Todo tuvo mucho de desmesura. La Presidenta llegó 55 minutos tarde, pero luego el evento se prolongó durante dos horas. Ni siquiera el sitio web de Harvard pudo registrarlo por completo y, hasta anoche, tenía colgado un video que dejaba afuera los tramos finales. La charla tuvo dos momentos: la Presidenta arrancó tranquila el tramo en el que expuso sobre los problemas del mundo. Cuando llegaron las preguntas, la tensión fue en aumento. Fueron diez. A partir de la segunda, empezaron los sarcasmos. Al llegar la décima, directamente descalificó a los estudiantes de "no informarse" y "repetir" la agenda de lo que dicen "dos o tres periodistas en la Argentina". En dos ocasiones fue silbada por ello. "Esperaba un poco más de inteligencia de ustedes", "Esto es poco académico", "Esto a tu compañerito no se lo dije, pero te lo digo a vos", y "¿Vos creés que yo soy tonta?", fueron algunos de sus reproches. Hubo alumnos argentinos que aconsejaron a sus compañeros no identificarse. "Dejá de pedir nombres y apellidos porque no te los vamos a dar", dijo uno de ellos cuando LA NACION requería consultas al término del encuentro. De 25 años, Maquieyra no parecía asustado sino muy convencido. "Fundé una agrupación política que trabaja dentro de Pro porque creo que es la mejor alternativa", dijo. Llegado hace un mes a Harvard, contó que está aquí "gracias al esfuerzo de sus padres" y, "en parte", con el apoyo de una beca. Funcionarios del Gobierno instalaron ayer la idea de que la rueda de preguntas había sido "montada" contra la Presidenta. "Eso no es verdad. Para entrar te anotabas en la lotería, como todo el mundo. Y si querías preguntar, te ponías en la cola", añadió Mariana Ortiz. Entre el público hubo quienes, antes de que todo empezara y ante la consulta de LA NACION, accedieron a dar nombres y teléfonos para ser entrevistados luego. La Escuela Kennedy, organizadora del encuentro, se mostró satisfecha. "Todos los eventos del foro son oportunidades extraordinarias para que nuestros estudiantes accedan al diálogo con figuras internacionales y plantearles preguntas", dijo Gavel Doug, su vocero. En primera fila, el embajador Jorge Argüello giraba la cabeza cada vez que llegaba una nueva pregunta para ver quién la hacía. A su lado, el poderoso secretario Carlos Zannini mantuvo, por momentos, la vista baja. La Presidenta dijo que estaba feliz de poder participar en el foro, reservado a grandes figuras. Su paso fue diferente y más espinoso que el de la Universidad de Georgetown: allí la Argentina financia una cátedra. Aquí, participaba en un evento, como una más de las figuras que desfilan a diario.. Sin embargo, puertas adentro, el que más dolió fue el que dirigió a estudiantes argentinos, a quienes, implícitamente, trató como inferiores a los de ese foro. Necesitó horas para repasar sobre lo ocurrido e intentar reparar los errores más sangrantes. Ya en vuelo de regreso a Buenos Aires, envió un mensaje especial para el distrito electoral más grande de la provincia al que, en su enojo, había destratado. "Un saludo de corazón para La Matanza", dijo desde Twitter. "La verdad, el estudiante promedio se sintió herido. Le faltó el respeto a la gente de La Matanza, a la gente de Harvard y un poco a todos", dijo Juan Maquieyra, un estudiante que intervino en cuarto lugar y que requirió por la reforma constitucional. En medios oficialistas lo identificaron poco después como militante de Pro y ex funcionario del ministro macrista Esteban Bullrich. "¿Viste lo que está pasando con Juan? Lo están descalificando porque le gusta la política. No entiendo, este gobierno alienta la militancia, pero siempre que sea de su partido, si es de otro, te descalifica", dijo a Mariana Ortiz, una joven que asistió al encuentro.

Hubo alumnos argentinos que aconsejaron a sus compañeros no identificarse. "Dejá de pedir nombres y apellidos porque no te los vamos a dar", dijo uno de ellos cuando LA NACION requería consultas al término del encuentro.
De 25 años, Maquieyra no parecía asustado sino muy convencido. "Fundé una agrupación política que trabaja dentro de Pro porque creo que es la mejor alternativa", dijo. Llegado hace un mes a Harvard, contó que está aquí "gracias al esfuerzo de sus padres" y, "en parte", con el apoyo de una beca.
Funcionarios del Gobierno instalaron ayer la idea de que la rueda de preguntas había sido "montada" contra la Presidenta. "Eso no es verdad. Para entrar te anotabas en la lotería, como todo el mundo. Y si querías preguntar, te ponías en la cola", añadió Mariana Ortiz. Entre el público hubo quienes, antes de que todo empezara y ante la consulta de LA NACION, accedieron a dar nombres y teléfonos para ser entrevistados luego.
La Escuela Kennedy, organizadora del encuentro, se mostró satisfecha. "Todos los eventos del foro son oportunidades extraordinarias para que nuestros estudiantes accedan al diálogo con figuras internacionales y plantearles preguntas", dijo Gavel Doug, su vocero.
En primera fila, el embajador Jorge Argüello giraba la cabeza cada vez que llegaba una nueva pregunta para ver quién la hacía. A su lado, el poderoso secretario Carlos Zannini mantuvo, por momentos, la vista baja.
La Presidenta dijo que estaba feliz de poder participar en el foro, reservado a grandes figuras. Su paso fue diferente y más espinoso que el de la Universidad de Georgetown: allí la Argentina financia una cátedra. Aquí, participaba en un evento, como una más de las figuras que desfilan a diario.

Fuente:LaNación

Cómo fueron los "exitosos años" de C. Kirchner como abogada en Santa Cruz

 
Cómo fueron los "exitosos años" de Cristina Kirchner como abogada en Santa Cruz

La Presidenta aseguró en Harvard que el origen de su fortuna se remonta a su pasado como profesional del derecho en la Patagonia; sobre esa época 

RIO GALLEGOS.- "El sur no es un lugar para hacerse rico", dijo la presidenta Cristina Kirchner el 25 de agosto pasado en un acto en la Casa Rosada. Sin embargo, ayer aseguró ante los alumnos de la Universidad de Harvard que su fortuna se justificaba a partir de su carrera de "exitosa abogada" que ejerció aquí desde el año 1979. Si bien Cristina Kirchner se mudó a esta ciudad en 1976, donde meses después abriría el estudio Néstor Kirchner, recién en 1979, cuando se recibió de abogada, pudo sumarse con su nombre al estudio. En el desaparecido diario "Correo del Sur", un aviso en la Guía de Profesionales de Río Gallegos de esos años promocionaba el estudio ubicado en 25 Mayo 166: los Kirchner junto al abogado Domingo Ortiz de Zarate. A comienzo de los ochenta, el Banco Central emitió la circular 1050 de José Alfredo Martínez de Hoz que hacía estragos entre aquellos que tomaban un crédito hipotecarios. Las tasas de interés para los créditos hipotecarios llegaron a 150 por ciento y se hicieron impagables. Los Kirchner eran apoderados aquí de dos bancos y de las financieras Sic y Finsud, dedicadas a cobranzas extrajudiciales. Es conocida aquí la historia de la señora Ana Victoria de Aaset, quien sufrió un proceso judicial que si bien no llegó a dejarla en la calle tuvo que soportar que le embargaran parte de los muebles de la familia. Con el patrocinio del abogado Rafael Flores inició una demanda penal contra los Kirchner quienes se habrían quedado con los pagarés de la señora de Aaset, en vez de romperlos después del cobro. Afortunadamente para la humilde señora, el juicio prosperó y logró un fallo favorable. Cuando Rafael Flores se cruzó con Cristina Fernández en la vereda de los tribunales locales, Flores la inquirió: -Decime, ¿para qué hacen esto? ¿Cuál es la necesidad? -Queremos hacer política, y para hacer política en serio se necesita "platita". Flores y los Kirchner al regreso de la democracia compartirían el peronismo, sin embargo a mediados de los 90 Flores se alejó del kirchnerismo y se convirtió en uno de sus principales detractores.



Durante su rol como diputado nacional que ejerció durante 12 años denunció en innumerables veces a Kirchner, en la justicia provincial y de manera pública. Entre otros casos renombrados que el estudio de los Kirchner defendió por delitos graves contra la honestidad de las personas está el de Gomez Ruoco, ex oficial de la Policía Federal que había estado involucrado en la represión ilegal antes de llegar a Río Gallegos. n los 80 uno de los ingresos más importantes del estudio fue en el rol de apoderados legales del poderoso Sindicato Unido Petroleros del Estado (SUPE), conducido en esos años en Río Gallegos por Armando "Bombón" Mercado, quien entonces era marido de Alicia Kirchner y muy cercano al secretario general del SUPE nacional, Diego Ibañez. Mercado y Alicia son padres de dos hijas, ambas abogadas, una de ellas es la fiscal Natalia Mercado, en El Calafate, sobre quien cayó la investigación de la compra de tierras a valores fiscales de sus tíos y de buena parte de la dirigencia política. La causa no se mueve desde 2008. Hoy, Armando Mercado es uno de los directores de la empresa minera estatal de Catamarca, concesionaria del yacimiento de oro y cobre Bajo La Alumbrera. Cristina y Nestor Kirchner vivieron la actividad profesional a la par de la política. En 1981 crearon su espacio político, al que nombraron El Ateneo, y en 1987 llegaron los cargos electivos: Kirchner asumió en la intendencia. En 1989, Cristina llegó a su primer cargo electo como diputada provincial. Con los años, la actividad profesional de ambos ya quedaría diluida y reemplazada por los cargos públicos..

Fuente LaNación

viernes, 28 de septiembre de 2012

CFK : "No hay ningún cepo cambiario en Argentina"


Cristina K habló en Harvard: "No hay ningún cepo cambiario en Argentina" 
 
Ante la pregunta de un estudiante, la Presidenta le dijo: "Vos sos argentino y estás acá. Problemas de dólares no debés tener". Afirmó que no desea la reforma constitucional. También recibió algunos silbidos y se molestó: "Eso es para La Matanza". Luego de la vertiginosa conferencia ante los alumnos de la Universidad de Georgetown, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner habla esta noche ante a los alumnos de la Universidad de Harvard, en Boston, en lo que será su última actividad programada en Estados Unidos. Durante su gira, participó de la Asamblea Anual de las Naciones Unidas, se entrevistó con el financista húngaro George Soros e inauguró la Cátedra Argentina en la Universidad de Georgetown. 
En el debate abierto que siguió a la inauguración, la mandataria defendió los indicadores del INDEC, cuestionó al FMI y elaboró un discutido relato sobre su relación con los medios de prensa. Reunión por YPF y regreso. Esta tarde, la Presidenta mantuvo una reunión con el CEO de Exxon, Rex Tillerson, en el hotel Mandarin Oriental. En ese encuentro, según fuentes oficiales, se abordaría un eventual convenio con la expropiada YPF. Presencia argentina. Según trascendió en las redes sociales, el periodista Jorge Lanata y la filósofa Beatriz Sarlo serán algunos de los argentinos que asistirán a la charla de la mandataria. Sus declaraciones principales. De este modo se desarrolla el evento en Harvard: La primera parte de su disertación la dedicó a hablar de la crisis global.  

"De ser económica pasó a ser política".

 "Creo que ha comenzado una nueva etapa civilizatoria", afirmó la mandataria. Vaticinó que sobrevendrán "conflictos más graves de los que vivimos en el siglo 19 y en el siglo 20", y consideró que deberán ser enfrentados "con una gran apertura".  

"Hemos sido los países emergentes los que hemos sostenido la actividad económica mundial de la última década".

 "Concebir como medidas proteccionistas las que se hacen desde los países emergentes constituye un grave error".

La Presidenta le recordó a Harvard que Cavallo dio clases en esa universidad. "Yo no soy economista, ni di clases en Harvard". Sobre las AFJP, destacó: "La Argentina tiene la mayor cobertura de toda Latinoamérica en materia previsional".

"El Consejo de Seguridad de la ONU ha perdido funcionalidad". 

 "Los que hemos estado en Disney World nos encanta, pero no vivimos como en Disney en ninguna parte, en algún momento tomamos contacto con la realidad". 

 "Faltan todavía muchísimas cosas en Argentina", señaló y mencionó el trabajo en negro y el aumento de la desocupación, entre otras.

"Este gobierno no ha endeudado a la Argentina". 

 "Haber ganado después de ocho años de gobierno con el 54 por ciento de los votos revela que la mayoría cree que hemos hecho una buena tarea".

 Durante la ronda de preguntas de los alumnos, académicos y otros participantes de la conferencia, expresó: "El cepo cambiario es un título mediático" 

"Argentina es el segundo país en dólares después de EE.UU.". 

"No hay ningún cepo cambiario".

 "Si sos importador o productor y necesitás dólares, en el mercado hay más de 120 conceptos que te permiten comprar dólares". 

 "Quiero ser una Presidenta seria y responsable que garantice que Argentina le pueda dar dólares a los importadores de insumos básicos". 

 Después le dijo directamente a un estudiante argentino de Harvard que le hizo una pregunta: "Vos sos argentino y estás acá. Problemas de dólares no debés tener". 

 "Hay estudiantes que no pueden llegar a La Matanza y vos estás en Harvard. ¿Te parece justo hablar de cepo cambiario?". En ese momento, se escucharon algunos silbidos y algunos aplausos.

 "No es el deseo de esta Presidenta una reforma constitucional porque no depende de mi".

 "Vivo y gobierno cada día como si fuera el último. Ya no planifico tanto como lo hacía antes". 

 "Toda la vida he tenido una determinada posición económica y es producto de que he sido una muy exitosa abogada".

 Ante el segundo estudiante que recalcó con ironía que era un "privilegio" poder hacerle preguntas, la Presidenta se molestó y dijo "ahora te voy a responder eso". Algunos en el público la silbaron y Cristina los retó: "Chicos, ¡estamos en Harvard! Esas cosas son para La Matanza, no para Harvard". "Hay millones de argentinos que hablan con esta Presidenta constantemente", afirmó y pidió que le dieran tiempo para responder más preguntas. Al final, señaló: "Me referí a mis funcionarios cuando dije que tenían que tener miedo a Dios y un poquito a mi", dijo al final.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Masivo cacerolazo de protesta contra el Gobierno kirchnerista en todo el país


Movilización en las calles y la concentración más grande desde la crisis del campo

Miles de manifestantes llenaron la Plaza de Mayo con consignas contra la Presidente, en rechazo a la reelección indefinida y el cepo al dólar; las protesta se sintieron en distintos barrios porteños y en las capitales provinciales
Cacerolas, tapas de pavas, silbatos, bocinas, trompetas, bombos, redoblantes, o simplemente estruendosos aplausos. Todo lo que hiciera mucho ruido sirvió ayer como estandarte para la mayor manifestación de protesta antikirchnerista desde la crisis del Gobierno con el campo, en 2008.
Sin banderías políticas visibles, la protesta surgida desde las redes sociales durante las últimas semanas logró juntar, pasadas las 19.30 y durante más de dos horas, a una multitud en la Plaza de Mayo, en otros barrios porteños y en las principales ciudades del interior. Según fuentes de la Policía Metropolitana, frente a la Casa Rosada se congregaron unas 200.000 personas, aunque expertos consultados pcalcularon entre unas 50.000 y 60.000 personas.
Las consignas de la marcha, que se desarrolló de manera tranquila y sin incidentes, fueron variadas: el cepo al dólar, la intención reeleccionista del kirchnerismo, los 6 pesos que según el Indec alcanzan para comer por día y los escándalos de corrupción que salpican al Gobierno -como la imprenta Ciccone- fueron los motivos principales de crítica de los presentes, un heterogéneo mosaico con muchísima presencia de mujeres y jóvenes.
A pesar de adherir a la marcha, distintos partidos de centroderecha optaron por asistir de manera discreta a la movilización, sin banderas ni discursos de ocasión. El legislador macrista Rogelio Frigerio; el radical Facundo Suárez Lastra y el dirigente Julio Raffo, cercano a Fernando Solanas, fueron de los pocos que se hicieron ver entre la multitud, al igual que funcionarios de segunda línea del gobierno porteño.
El Grupo de Acción Política por la Unidad (GAPU), también se movilizó, fundamentalmente en la figura de Patricia Bullrich (Unión por Todos) y Eduardo Amadeo (Peronismo Disidente). Este último se encargó de contratar el camión, con la consigna "No tenemos miedo", que recorrió la plaza y desde la cual salía el pegadizo tema "pronto venceremos", interpretado por Jairo. "Es una manifestación contra la reelección y por la libertad", afirmó Bullrich.
De todos modos, nadie pudo atribuirse el éxito de la convocatoria, que superó en mucho las previsiones más optimistas. "Opositores, pongan huevos para defender la libertad", rezaba un cartel sostenido por un hombre alto y canoso.

Preparativos

Pasadas las 19, y junto con los últimos preparativos del vallado policial que protegía a la Casa Rosada, la plaza comenzó a llenarse. "Venimos para ver si la Presidenta se da cuenta de que mucha gente no está de acuerdo con lo que hacen, esto es una dictadura", dijo Pablo, que llegó con su esposa Mimí desde Villa del Parque. "No es una dictadura, pero queremos vivir en un país sin corrupción", la corrigió Mimí, una rubia de poco más de cincuenta años.
"Se va a acabar la dictadura de los K", y "si éste no es el pueblo, el pueblo dónde está", eran los cantitos más repetidos por la gente, que se renovaba en forma de oleadas de manera incesante. Los jóvenes del partido Liberal Libertario pusieron color con máscaras de la Presidenta con corona y de un sonriente vicepresidente Amado Boudou.
Pasadas las 20.30 la concentración llegó a su máximo pico, y la Diagonal Norte se asemejaba a un mar de banderitas argentinas flameando sin pausa. "Estoy cansada de escucharla por tevé, no quiero una democracia dónde tenga que pedir permiso para todo", repetía Stella Maris, una mujer de 60 años con bronceado y vestuario impecables.
A partir de las 20.30, el himno comenzó a sonar desde los altavoces cada veinte minutos. Una hora después, la aparición de un helicóptero detrás de la Casa Rosada dio lugar a confusión y cánticos agresivos. "!Como De la Rúa se va!", gritó un joven con remera del grupo de rock Almafuerte, mientras las cacerolas retomaban su incesante golpeteo.
A las 21.30, la multitud comenzó a retirarse, en grupos de cuatro o cinco personas, en familia o tan solos como habían llegado, muchos de ellos hacia la red de subterráneos.
Poco después llegaron las positivas reacciones desde la oposición política. "El pueblo dijo que no quiere que lo conduzcan desde el miedo", analizó el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien admitió sentirse "contento" por la masiva concentración.
"El Gobierno se propuso fracturar a la sociedad Argentina y lo logró, la sociedad urbana se mostró espontáneamente harta de la soberbia y el ocultamiento de la realidad que muestra la señora Presidenta", afirmó Gerardo Milman, del Frente Amplio Progresista. "Las manifestaciones son una clara llamada de atención ante la profunda degradación institucional que sufre nuestro país", afirmó Solanas.

 

Movilización con impacto

Tuvo alcance nacional y efectos políticos

LAS CLAVES

Espontánea y apartidaria

La convocatoria fue realizada por redes sociales y no se identificó con ningún líder ni agrupación.

Gesto contra el Gobierno
Fue el destinatario excluyente de la indignación social, por una amplia variedad de reclamos.
4 CACEROLAZOS HUBO ESTE AÑO

Antecedentes
Las protestas espontáneas anteriores se registraron el 31 de mayo, el 7 y el 14 de junio y el 4 de septiembre.

Las concentraciones
La mayores concentraciones, además de en la Capital, fueron en Rosario, Córdoba, Tucumán y Mendoza.

Visión en la Casa Rosada
Dicen que fue una marcha para tener en cuenta, pero que no constituye un desafío porque sólo representa a un sector social definido.

Cristina, lejos
La Presidenta estuvo en San Juan y no hizo menciones de las protestas. Volvió a recurrir a frases inciertas sobre su futuro.


sábado, 1 de septiembre de 2012

El operativo re-reelección de Fernández de Kirchner


El operativo re-reelección de Fernández de Kirchner

El Gobierno ya obtuvo un primer objetivo en su plan de continuidad: instalada en la agenda pública por voces satelitales a la Casa Rosada, la cuestión de la re-reelección de Cristina Kirchner está destinada a convertirse en el gran ítem sobre el que girará el proceso electoral que culminará con las elecciones legislativas del año que viene.
Ninguna palabra se escuchará de boca de la Presidenta sobre este tema hasta, llegado el caso, el momento en que la búsqueda de un tercer período sea una decisión tomada. Si eso sucede, lo que implica una superación exitosa —en términos de la recepción en la opinión pública— de esta primera etapa exploratoria, recién ahí hablará Cristina.
La sonrisa cómplice al cronista amigo o el silencio frente al cántico fervoroso de la militancia en los actos, serán fotos cotidianas de la reacción presidencial sobre este tema. Habrá que acostumbrarse a esa ambigüedad, que suele fanatizar a los que se dicen expertos en descifrar gestos.

Silencio clave

En aquella estrategia oficial, pues, el silencio presidencial es clave. Y también resulta funcional al globo de ensayo de la re-reelección el mutismo de otros actores de primer nivel del Gobierno. El secretario de Legal y Técnica Carlos Zanini, por citar uno de los pocos de la mesa chica del poder, no puede emitir palabra. Lo mismo que Axel Kicillof , el joven y poderoso viceministro de Economía, cuadro que enorgullece a La Cámpora.
Es que, justamente por esa cercanía privilegiada, si hablaran ellos a favor de la continuidad nadie dudaría que estarían reflejando el pensamiento de la jefa de Estado. Y eso podría precipitar los tiempos políticos mucho antes de lo deseado. Otra cosa es cuando declaran petardistas habituales del discurso ultra kirchnerista como el ex piquetero Luis D´Elía o el devaluado senador Aníbal Fernández. O algunos de los intelectuales que suelen aportar al ideario K. Todos se ubican en un círculo más alejado del que entorna a Cristina y decide con ella.

Encuestas

Todavía no se han conocido en forma masiva encuestas de opinión que reflejen cómo recibe la gente la idea de otro mandato presidencial de Cristina. Y, sobre todo, cómo cae el hecho de que, para lograrlo, haya que cambiar la Constitución Nacional, que fue modificada hace menos de dos décadas.
Si el Gobierno aún no ha mostrado sondeos por canales afines, probablemente sea porque los números no dan del todo bien.
"Todavía falta; si no hay demasiado rechazo en unos meses más, saldrán a la luz", arriesga una fuente del oficialismo. Ya se vislumbra cierta maniobra para instalar la idea de que la necesidad de una nueva reforma pasaría no por la continuidad de Cristina, sino para moldear una Carta Magna filosóficamente más en línea con estos tiempos que corren.
Le sirve a Cristina esta expectativa en torno a su eventual ofensiva reeleccionista. La ayuda a mantener intacta la gran cuota de poder que consolidó en la última elección general, aún cuando transita su último período posible según la Constitución vigente. Es que el kirchnerismo y, para ser justos, el sistema político en general, siempre leyó el segundo mandato cristinista como el inicio de la despedida de la mandataria. Justamente por esto, en una teoría sin antecedentes a nivel mundial, el fallecido Néstor Kirchner —que siempre intuyó lo difícil que podía ser otra reforma constitucional— sostenía la tesis de que "el proyecto" debía alternar un mandato de cada uno de los integrantes de la pareja.
La estrategia del oficialismo se complementa con las embestidas permanentes contra los eventuales sucesores dentro del partido de gobierno. Es verdad que es muy propio de la lógica kirchnerista, desde que Néstor fuera intendente de la capital santacruceña; pero no es menos cierto que resulta inherente al peronismo en general. La licuación de poder siempre fue un karma para los habitantes temporarios de la Casa Rosada.

Factor aglutinante

La oposición, a la que muchos le reclaman cierta cohesión y una actitud más firme frente al Gobierno, intuye que el rechazo a la re-reelección puede ser un elemento aglutinante. Han comenzado, incluso, tibios bocetos al respecto. Pero en el medio salió Mauricio Macri a proclamarse como la cabeza natural de esa resistencia y automáticamente apagó el espíritu colectivo que se intuía en el arco no kirchnerista.
Es que el jefe porteño provoca más rechazo en los sectores progresistas como el FAP o en una buena parte del radicalismo que en el propio Gobierno nacional, donde lo anotan como el opositor más deseado. Si, otra vez, en 2013 todo va a pasar por la provincia de Buenos Aires la re-reelección dependerá en parte de la habilidad política de los armadores presidenciales.
No es novedad: para impulsar la continuidad más allá de lo permitido actualmente, el Gobierno necesitará hacer una buena elección a nivel nacional y un resultado así podría asegurarlo obteniendo un gran triunfo en territorio bonaerense. Al fin y al cabo, es el gran bastión cristinista al menos desde 2005.
A priori, y en líneas muy generales, todo parece encaminarse a una elección con una oferta de tercios: el peronismo oficial, por un lado; el macrismo y acaso una parte del PJ rebelde, por el otro; y, finalmente, el progresismo no kirchnerista con el FAP, la Coalición Cívica y tal vez el radicalismo formando un eventual frente.
En ese escenario, para el Gobierno parecería imperativo mantener la cohesión del justicialismo que hoy integra el Frente para la Victoria. Tal vez e