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lunes, 7 de diciembre de 2015

Los Zacarías: la familia que une la causa efedrina con los Kirchner

Miguel Zacarías, facilitó intermediaciones para importar efedrina
Los Zacarías: la familia que une la causa efedrina con los Kirchner

Una investigación que preocupa al poder Son cuatro hermanos que trabajan con el matrimonio presidencial desde Santa Cruz.

Servini reveló que hubo llamadas de narcotraficantes a la Casa Rosada

El escándalo por el tráfico de efedrina, que ya tiene procesado al ex titular de la Sedronar, José Granero, roza de lleno a una familia muy vinculada a la familia Kirchner. En los entrecruzamientos de llamadas, la jueza María Servini de Cubría detectó 34 comunicaciones del secretario privado de Granero, Miguel Zacarías, con distintas líneas de la Casa Rosada. Las llamadas, entre 2005 y 2008, siempre están vinculadas a importaciones de efedrina. ¿A quién llamaba? Por ahora no hay respuesta. Tampoco se conoce el motivo de las comunicaciones. La jueza solo dispone de las llamadas entrantes y salientes de los teléfonos de Zacarías. Pero el secretario de Granero tenía por entonces a dos hermanos trabajando en la Secretaría de Ceremonial y Protocolo de Presidencia.

Rubén Zacarías, alias “El Petiso”, comandó el área desde que asumió Néstor Kirchner. En enero del año pasado, Cristina le aceptó la renuncia. La noticia sorprendió entre los pingüinos porque su relación con el ex presidente se remontaba a 1983, cuando Arturo Puricelli gobernaba Santa Cruz. Actualmente tiene un cargo en el PAMI de Santa Cruz.

El otro hermano de Zacarías, Luis, también integró el área de Ceremonial y actualmente reporta a la privada de Cristina. Hace poco tiempo, escaló posiciones por un hecho fortuito: una pareja se filtró a la seguridad en un acto y llegó a saludar a la Presidenta.

El menos conocido de la familia es Máximo, que trabajó en el PAMI hasta 2012. Según fuentes del organismo, fue director en Rosario y luego pasó al área de Protocolo. El año pasado, fracasó con una candidatura a diputado por Corrientes.

Durante años, Rubén y Luis manejaron, sin control, el presupuesto de esa área. “Ellos decidían quién se subía al Tango 01 y el destino de los viáticos en todos los viajes presidenciales ”, explicó la misma fuente.
La jueza Servini de Cubría no sabe si Rubén o Luis eran los destinatarios de los llamados del secretario de Granero. Pero hay más de treinta comunicaciones en la mira con teléfonos del Servicio de Comunicaciones de la Casa Militar, de Presidencia y de la Jefatura de Gabinete.

Infografía, publicada por Clarín, explica quién es quién entre los hermanos.
Las fechas y las circunstancias de cada llamado son muy sugestivas. El 15 de enero de 2008, el empresario Guillermo Manfredi, de Farmacéuticos Argentinos SA, pidió autorización en la Sedronar para importar 2000 kilos de efedrina, una materia primera utilizada para fabricar drogas sintéticas.

Ese mismo día, Miguel Zacarías recibió un llamado de una línea de la Casa Militar (4344-3600) y otro de Presidencia (4345-0251). La mecánica se repitió. En noviembre de 2005, mientras tramitaba un expediente por 500 kilos, Zacarías recibió tres llamados de la Rosada.

Según la investigación que lleva a cabo Servini de Cubría, entre 2004 y 2008 ingresaron al país más de 40 toneladas de efedrina que fueron desviadas al narcotráfico. Granero fue procesado la semana pasada como partícipe necesario de esa maniobra.

El crecimiento desmedido de la importación de efedrina generó ruido dentro del Gobierno, hasta que en septiembre de 2008, Graciela Ocaña, entonces ministra de Salud, prohibió la importación a todo aquel que no estaba inscripto en el Registro oficial. Aníbal Fernández y Granero, enfrentados públicamente, también tuvieron que firmar aquella resolución. El titular de la Sedronar siguió en su cargo hasta fines de 2011.
“Cristina no lo quería, pero venía de Santa Cruz”, explicó un ex funcionario. Otro funcionario que pasó por la Sedronar aseguró que Granero tuvo un rol secundario en la maniobra que investiga la Justicia: “El verdadero cerebro fue Abboud (era el encargado del control del Registro de precursores químicos)”.

Ahora investigan llamadas de la Casa Rosada y el Congreso

Luego de procesar a dos de los hermanos Zacarías, la jueza Servini sigue la pista de funcionarios que tenían frecuentes llamadas con los acusados.

La causa de la efedrina sigue sumando sorpresas. La jueza federal María Servini de Cubría está investigando llamados, entrantes y salientes, de la Secretaria Legal y Técnica, comandada desde 2003 por Carlos Zannini. Las comunicaciones surgieron a partir de los datos aportados por la Casa Rosada el año pasado, cuando la magistrada amenazó con un allanamiento. También se investigan comunicaciones sospechosas con números de la Cámara de Diputados.

Cerca. Luis Zacarías, de traje gris, detrás de Alicia Kirchner, en un acto con Cristina el 1 de julio.
Ayer Clarín adelantó que Servini de Cubría procesó a tres personas: dos de los hermanos Zacarías, Miguel Angel y Máximo, y un ex empleado del Registro de Precursores Químicos, Lucas Paradelo. Hace más de un año, ya lo había hecho con el ex titular de la Sedronar, José Granero, y con otros dos funcionarios de ese organismo por el supuesto desvío de más de 40 toneladas de efedrina hacia el narcotráfico.

La base para los nuevos procesamientos son cruces y triangulaciones telefónicas que se hicieron con los datos aportados por las telefónicas y el entonces secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli, y la aplicación de un sofisticado software cedido por la Aduana, una suerte de Excalibur mucho más moderno.
En la resolución se destacan al menos diez llamados entre Paradelo, un abogado de Santa Cruz cercano a Granero, y dos internos, 3425 y 3426, de la Subsecretaría de Asuntos Legales de la Secretaria Legal y Técnica.

Paralelo está acusado de ser un nexo entre las empresas importadoras de efedrina y la Sedronar. Además de procesarlo, la jueza le aplicó un embargo de 2 millones de pesos.

Cuando lo indagaron, aseguró que los llamados con la Rosada eran “por cuestiones relativas al nombramiento de agentes de la  Sedronar o por motivos de ceremonial, vinculado a la acreditación para actos oficiales”. La jueza no le creyó.

Servini también puso en la mira dos comunicaciones entre Paradelo y la privada del ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

Hay más. La resolución destaca tres comunicaciones del interno 3238 de la Rosada, “asignados a un asesor presidencial y ubicadas en la Unidad Presidente”, aunque no lo identifica.

Máximo Zacarías acompañó a Néstor Kirchner en la campaña 2009. Trabajó en el Pami
Los datos se suman al hecho de que en la Casa Rosada trabajaron durante años dos de los hermanos Zacarías, Rubén y Luis. Lo hicieron siempre en el área de ceremonial de la Rosada, muy cerca de Néstor y Cristina. Cuando estalló el escándalo, Luis trabajaba con Cristina. Nunca más se lo vio en la Rosada y el Gobierno salió a desconocer a los Zacarías.

Servini de Cubría, que investiga en esta causa los vínculos políticos con el negocio de la efedrina, está detrás de varios llamados que salieron desde la Cámara de Diputados y terminaron en los celulares de Mario Segovia, apodado como el “Rey de la efedrina”, y de Augusto Abraham, el mayor importador de efedrina, condenado a 11 años de prisión.

Sobre esos llamados no tiene demasiados datos. Hace pocos días, hizo un operativo en el Congreso y desde el área informática le advirtieron que sólo se guardaba información de los últimos cinco años, cuando el negocio de la efedrina se cortó abruptamente en 2008, luego del Triple Crimen.

Abraham y Segovia están presos. El primero tiene un intenso contacto telefónico con Miguel Angel Zacarías, el ex secretario de Granero y uno de los nuevos procesados. Hay más de 40 llamados en la mira.

La causa de la efedrina también está vinculada con el llamado Triple Crimen de General Rodríguez en que fueron masacrados Sebastián Forza y otros dos jóvenes empresarios en el 2008. Por este crimen está preso el ex puntero quilmeño Martín Lanatta.

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