Miguel Zacarías, facilitó intermediaciones para importar efedrina |
Una investigación que preocupa al poder Son cuatro hermanos
que trabajan con el matrimonio presidencial desde Santa Cruz.
Servini reveló que hubo llamadas de narcotraficantes a la
Casa Rosada
El escándalo por el tráfico de efedrina, que ya tiene
procesado al ex titular de la Sedronar, José Granero, roza de lleno a una
familia muy vinculada a la familia Kirchner. En los entrecruzamientos de
llamadas, la jueza María Servini de Cubría detectó 34 comunicaciones del
secretario privado de Granero, Miguel Zacarías, con distintas líneas de la Casa
Rosada. Las llamadas, entre 2005 y 2008, siempre están vinculadas a
importaciones de efedrina. ¿A quién llamaba? Por ahora no hay respuesta.
Tampoco se conoce el motivo de las comunicaciones. La jueza solo dispone de las
llamadas entrantes y salientes de los teléfonos de Zacarías. Pero el secretario
de Granero tenía por entonces a dos hermanos trabajando en la Secretaría de
Ceremonial y Protocolo de Presidencia.
Rubén Zacarías, alias “El Petiso”, comandó el área desde que
asumió Néstor Kirchner. En enero del año pasado, Cristina le aceptó la
renuncia. La noticia sorprendió entre los pingüinos porque su relación con el
ex presidente se remontaba a 1983, cuando Arturo Puricelli gobernaba Santa
Cruz. Actualmente tiene un cargo en el PAMI de Santa Cruz.
El otro hermano de Zacarías, Luis, también integró el área
de Ceremonial y actualmente reporta a la privada de Cristina. Hace poco tiempo,
escaló posiciones por un hecho fortuito: una pareja se filtró a la seguridad en
un acto y llegó a saludar a la Presidenta.
El menos conocido de la familia es Máximo, que trabajó en el
PAMI hasta 2012. Según fuentes del organismo, fue director en Rosario y luego
pasó al área de Protocolo. El año pasado, fracasó con una candidatura a
diputado por Corrientes.
Durante años, Rubén y Luis manejaron, sin control, el
presupuesto de esa área. “Ellos decidían quién se subía al Tango 01 y el
destino de los viáticos en todos los viajes presidenciales ”, explicó la misma
fuente.
La jueza Servini de Cubría no sabe si Rubén o Luis eran los
destinatarios de los llamados del secretario de Granero. Pero hay más de
treinta comunicaciones en la mira con teléfonos del Servicio de Comunicaciones
de la Casa Militar, de Presidencia y de la Jefatura de Gabinete.
Infografía, publicada por Clarín, explica quién es quién entre los hermanos. |
Las fechas y las circunstancias de cada llamado son muy
sugestivas. El 15 de enero de 2008, el empresario Guillermo Manfredi, de
Farmacéuticos Argentinos SA, pidió autorización en la Sedronar para importar
2000 kilos de efedrina, una materia primera utilizada para fabricar drogas
sintéticas.
Ese mismo día, Miguel Zacarías recibió un llamado de una
línea de la Casa Militar (4344-3600) y otro de Presidencia (4345-0251). La
mecánica se repitió. En noviembre de 2005, mientras tramitaba un expediente por
500 kilos, Zacarías recibió tres llamados de la Rosada.
Según la investigación que lleva a cabo Servini de Cubría,
entre 2004 y 2008 ingresaron al país más de 40 toneladas de efedrina que fueron
desviadas al narcotráfico. Granero fue procesado la semana pasada como
partícipe necesario de esa maniobra.
El crecimiento desmedido de la importación de efedrina
generó ruido dentro del Gobierno, hasta que en septiembre de 2008, Graciela
Ocaña, entonces ministra de Salud, prohibió la importación a todo aquel que no
estaba inscripto en el Registro oficial. Aníbal Fernández y Granero,
enfrentados públicamente, también tuvieron que firmar aquella resolución. El
titular de la Sedronar siguió en su cargo hasta fines de 2011.
“Cristina no lo quería, pero venía de Santa Cruz”, explicó
un ex funcionario. Otro funcionario que pasó por la Sedronar aseguró que
Granero tuvo un rol secundario en la maniobra que investiga la Justicia: “El
verdadero cerebro fue Abboud (era el encargado del control del Registro de
precursores químicos)”.
Ahora investigan llamadas de la Casa Rosada y el Congreso
Luego de procesar a dos de los hermanos Zacarías, la jueza
Servini sigue la pista de funcionarios que tenían frecuentes llamadas con los
acusados.
La causa de la efedrina sigue sumando sorpresas. La jueza
federal María Servini de Cubría está investigando llamados, entrantes y
salientes, de la Secretaria Legal y Técnica, comandada desde 2003 por Carlos
Zannini. Las comunicaciones surgieron a partir de los datos aportados por la
Casa Rosada el año pasado, cuando la magistrada amenazó con un allanamiento.
También se investigan comunicaciones sospechosas con números de la Cámara de
Diputados.
Cerca. Luis Zacarías, de traje gris, detrás de Alicia
Kirchner, en un acto con Cristina el 1 de julio.
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Ayer Clarín adelantó que Servini de Cubría procesó a tres
personas: dos de los hermanos Zacarías, Miguel Angel y Máximo, y un ex empleado
del Registro de Precursores Químicos, Lucas Paradelo. Hace más de un año, ya lo
había hecho con el ex titular de la Sedronar, José Granero, y con otros dos
funcionarios de ese organismo por el supuesto desvío de más de 40 toneladas de
efedrina hacia el narcotráfico.
La base para los nuevos procesamientos son cruces y
triangulaciones telefónicas que se hicieron con los datos aportados por las
telefónicas y el entonces secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli,
y la aplicación de un sofisticado software cedido por la Aduana, una suerte de
Excalibur mucho más moderno.
En la resolución se destacan al menos diez llamados entre
Paradelo, un abogado de Santa Cruz cercano a Granero, y dos internos, 3425 y
3426, de la Subsecretaría de Asuntos Legales de la Secretaria Legal y Técnica.
Paralelo está acusado de ser un nexo entre las empresas
importadoras de efedrina y la Sedronar. Además de procesarlo, la jueza le
aplicó un embargo de 2 millones de pesos.
Cuando lo indagaron, aseguró que los llamados con la Rosada
eran “por cuestiones relativas al nombramiento de agentes de la Sedronar o por motivos de ceremonial,
vinculado a la acreditación para actos oficiales”. La jueza no le creyó.
Servini también puso en la mira dos comunicaciones entre
Paradelo y la privada del ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Hay más. La resolución destaca tres comunicaciones del
interno 3238 de la Rosada, “asignados a un asesor presidencial y ubicadas en la
Unidad Presidente”, aunque no lo identifica.
Máximo Zacarías acompañó a Néstor Kirchner en la campaña
2009. Trabajó en el Pami
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Los datos se suman al hecho de que en la Casa Rosada trabajaron
durante años dos de los hermanos Zacarías, Rubén y Luis. Lo hicieron siempre en
el área de ceremonial de la Rosada, muy cerca de Néstor y Cristina. Cuando
estalló el escándalo, Luis trabajaba con Cristina. Nunca más se lo vio en la
Rosada y el Gobierno salió a desconocer a los Zacarías.
Servini de Cubría, que investiga en esta causa los vínculos
políticos con el negocio de la efedrina, está detrás de varios llamados que
salieron desde la Cámara de Diputados y terminaron en los celulares de Mario
Segovia, apodado como el “Rey de la efedrina”, y de Augusto Abraham, el mayor
importador de efedrina, condenado a 11 años de prisión.
Sobre esos llamados no tiene demasiados datos. Hace pocos
días, hizo un operativo en el Congreso y desde el área informática le
advirtieron que sólo se guardaba información de los últimos cinco años, cuando
el negocio de la efedrina se cortó abruptamente en 2008, luego del Triple
Crimen.
Abraham y Segovia están presos. El primero tiene un intenso
contacto telefónico con Miguel Angel Zacarías, el ex secretario de Granero y
uno de los nuevos procesados. Hay más de 40 llamados en la mira.
La causa de la efedrina también está vinculada con el
llamado Triple Crimen de General Rodríguez en que fueron masacrados Sebastián
Forza y otros dos jóvenes empresarios en el 2008. Por este crimen está preso el
ex puntero quilmeño Martín Lanatta.
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