Tras los acampes de jubilados, marchas de antorchas y la masiva protesta a
las puertas de la residencia de la gobernación de Santa Cruz, Alicia Kirchner
prefiere ignorar la realidad, calamitosa de la provincia que gobierna,
atrincherarse con su cuñada y recurrir a teorías conspirativas, a las que tanto
gusta recurrir el kirchnerismo, para victimizarse, desligarse de
responsabilidades y echarle culpas a todos, menos a ella y a sus corte de co-
gobernantes como: Cristina Fernández, Máximo Kirchner y Carlos Zannini (recientemente escrachado).
Mientras tanto jubilados, docentes, empleados judiciales, y demás trabajadores
públicos, incluida la policía provincial, siguen sin cobrar sus sueldos.
En Santa Cruz aun no comenzaron las clases, los hospitales
están sin insumos y hasta los policías que cuidan al gobierno tampoco perciben
sus haberes.
Mientras tratan de culpar al Gobierno nacional de la crisis
que generó el propio kirchnerismo, en Santa Cruz, el Gobierno Nacional les
envió 300 millones de pesos, para cumplir con los pagos, pero lejos de eso los
derroches Alicia Kirchner continúan y no hace nada para mejorar la situación.
Eduardo Costa - marido de Mariana Zuvic - afirmó que a Santa
Cruz no le falta dinero, sino que el kirchnerismo lo desvía para hacer su
campaña en provincia de Buenos Aires, donde creen que Cristina Elisabet
Fernández puede sacar algún resultado que le permita acceder a una banca
legislativa y pretender que eso, asuste
y paralice a los jueces a continuar en todas las causas en las que está
procesada.
Santa Cruz lleva cerca de treinta años bajo el poder kirchnerista, y lejos de mejorar, su
situación es cada vez es más crítica, mientras que el kirchnerismo en vez de
solucionar y apaciguar la situación económica, opta por redoblar la apuesta
aunque eso conlleve, a la Provincia, al abismo.
Alicia Kirchner llega a la gobernación de Santa Cruz con una
artimaña inconstitucional como la Ley de Lemas que le permitió acceder al poder
sin ser votada por la mayoría, esa aberración hoy se paga con protestas en las
calles, porque está gobernando mal y para una mayoría de santacruceños que no
la votó.
El martes 24 de noviembre, de 2015 a dos días de la derrota
del kirchnerismo en el ballotage presidencial Cristina Fernández de Kirchner
envió una millonaria partida de fondos a Santa Cruz, por un monto 1300 millones
de pesos, que habían sido impresos recientemente, en un movimiento inusual de
camiones blindados recorriendo las calles céntricas, bajo el más férreo
hermetismo informativo. El pretexto para enviar esa millonaria suma fue que
ayudaría a mantener la gobernabilidad de la Ministra de Desarrollo Social, por
entonces gobernadora electa, Alicia Kirchner.
Santa Cruz está en una crisis muy difícil de remontar,
provocada por un grupo de gobierno que solo opta por creer su propio relato,
negar la realidad y no dar ninguna solución.
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