La remoción de jueces, una vieja política del kirchnerismo
El dezplazamiento del juez Bonadio .Antes el Gobierno había
logrado hacer renunciar o despazar al ex procurador Righi, al fiscal Carlos
Rívolo y al juez Luis Cabral.
La remoción de Bonadio de la causa Hotesur es solo una
muestra más de una larga práctica del Gobierno de presionar a la Justicia o a
través de los medios oficialistas para lograr el apartamiento o la renuncia de
jueces o fiscales en causas que le preocupan.
El caso más emblemático y políticamente pesado fue el
desplazamiento del ex Procurador General de la Nación y ex ministro del
Interior del presidente Héctor Cámpora, Esteban “Bebe” Righi. En el 2012, el
secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, lo llamó para
pedir la renuncia de parte de la Presidente. El reclamo, en off, era que había
permitido que el fiscal Carlos Rívolo -uno de sus subordinados- allanara el
departamento del vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, en la causa Ciccone.
Nunca en la historia política moderna de la Argentina un gobierno había logrado
desplazar al jefe de los fiscales, aunque haya sido una figura histórica dentro
del propio peronismo. Ni el menemismo había llegado a una medida tan extrema.
Luego el kirchnerismo consiguió con la excusa de una
“conexidad” juntar el caso Ciccone con una denuncia por enriquecimiento ilícito
y sacar a Rívolo -el motor de la investigación en esa instancia- y pasar la
causa a otro fiscal.
La más reciente remoción es la del juez Luis Cabral de la
sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal que debía resolver si el pacto
con Irán por la causa AMIA era constitucional. En 24 horas, el Gobierno logró
postergar una audiencia para dar la sentencia, hacer que el Consejo de la Magistratura
removiera a Cabral y, con el apoyo de la jueza Ana Figueroa, hacer jurar a su
reemplazante, el abogado K Claudio Vázquez que ni siqueira es un especialista
en derecho penal.
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