Revelan en la Justicia cómo el kirchnerismo protegió a Báez
y López
Un alto funcionario de la AFIP declaró ante Casanello e
involucró a Cristina Kirchner, Echegaray, De Vido y Capitanich; aportó
documentación clave
Alto funcionario de la Administración Federal de Ingresos
Públicos (AFIP) declaró ante la Justicia que ese organismo tributario y la Casa
Rosada impulsaron durante los últimos años del kirchnerismo múltiples medidas
dirigidas a proteger a Lázaro Báez, evitarle problemas penales e impedir que el
fisco nacional le cobrara miles de millones de pesos.
En ellos quedan mencionados como supuestos partícipes de las
maniobras la ex presidenta Cristina Kirchner -siempre nombrada como "la
Señora"-, el ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray, el ex jefe de
Gabinete Jorge Capitanich y el ex ministro de Planificación Federal Julio De
Vido, entre otros.
La declaración de Mecikovsky ocurrió en sintonía con la
decisión del nuevo titular de la AFIP, Alberto Abad, de investigar lo ocurrido
dentro del organismo durante los últimos años. Esto es, abrir sumarios
internos, radicar denuncias penales y enfrentar a otro empresario kirchnerista,
Cristóbal López, por su deuda fiscal de $ 8000 millones.
Mecikovsky declaró esta semana ante el juez federal
Sebastián Casanello en la causa sobre la ruta del dinero K, donde también
presentó un escrito.
A lo largo de 95 carillas, describió que la protección
oficial que recibió Báez no sólo provocó su desplazamiento y el de otros
sabuesos de la AFIP que lo investigaban, sino que también implicó reformas de
la normativa del organismo para beneficiar al presunto testaferro de los
Kirchner, o incluso, la sanción de la ley 26.476 de moratoria y blanqueo del
Congreso, mientras Claudio Moroni se encontraba al frente de la AFIP.
"Moroni fue un entusiasta impulsor del blanqueo de 2009
que se dictó para limpiar los casos vinculados a Lázaro Báez", afirmó
Mecikovsky en su declaración testimonial, cuya copia obtuvo LA NACION.
Mecikovsky confirmó incluso que tanto él como otros
funcionarios fueron desplazados de sus cargos por investigar a Báez. Entre
otros, el entonces titular de la DGI, Horacio Castagnola, y el jefe de la
Regional Comodoro Rivadavia -con jurisdicción sobre Río Gallegos-, Norman
Williams, así como también Juan Carlos Santos y Carlos Bo, entre otros. Sólo
tras el regreso de Abad, volvieron a funciones ejecutivas. En su caso, otra vez
como subdirector general de Operaciones Impositivas de Interior.
Volcada en la causa que instruye Casanello, la declaración
de Mecikovsky también aporta datos a otras investigaciones. Entre ellas, la
pesquisa del juez Julián Ercolini sobre la actuación de Ricardo Echegaray, hoy
al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN), mientras López acumulaba
impuestos impagos por unos $ 8000 millones.
Mecikovsky detalló presuntas irregularidades en las que
habrían participado el ex jefe de Gabinete Jorge Capitanich, el ministro de
Planificación Federal Julio de Vido y varios funcionarios de la AFIP. Entre
ellos, Moroni, Echegaray, el entonces director de la DGI, Rubén Toninelli
-quien invocaba órdenes de la entonces presidenta Cristina Kirchner, a la que
aludía como "la Señora"-, y Carlos Sánchez, su reemplazo como
subdirector general de Operaciones Impositivas de Interior.
El alto funcionario de la AFIP también relató el rol que
asumió durante los últimos años el hijo del director de la DGI, Federico
Toninelli. Según Mecikovsky, se interesó como abogado -e invocó el nombre de su
padre- por diversos proveedores de facturas de Skanska y por Badial, una de las
constructoras de Báez.
Según el sabueso que testificó ante la Justicia, Báez
tampoco fue el único empresario kirchnerista con llegada directa a la cúspide
de la AFIP. Relató que el socio de Cristóbal López, Fabián De Sousa, se reunió
con el entonces jefe de la agencia de la AFIP en Trelew, Carlos Leturia, para
ofrecerle el cargo de director de la Regional en Comodoro Rivadavia, en
reemplazo de Norman Williams, quien no cedía a las presiones y terminaría por
caer.
Consciente de que su declaración será cuestionada por los ex
funcionarios contra los que testificó, Mecikovsky reforzó su presentación con
un amplio volumen de información, que incluyó resoluciones internas de la AFIP
y correos electrónicos.
Entre ellos se encuentra el mail que el entonces jefe de la
División Investigaciones en Comodoro, Gustavo Uria, envió a sus superiores para
informarles sobre el ofrecimiento de De Sousa y otro ejecutivo del Grupo
Indalo, Raúl Esteban Zamora.
Mecikovsky también invocó los nombres de diferentes testigos
que podrían confirmar sus declaraciones. Entre otros, Castagnola, el entonces
titular de la DGI que tras años de ostracismo volvió en diciembre pasado. O la
entonces directora regional en Tucumán, que asistió con ellos a un almuerzo en
que el entonces gobernador José Alperovich les anticipó, un año antes de que se
anunciara, que el kirchnerismo impulsaría un blanqueo "para «limpiarle»
los problemas generados por la inspección a Gotti SA", otra de las
constructoras de Báez.
Mecikovsky aportó detalles sobre otros episodios concretos.
Entre ellos, los siguientes:
- "En el caso Juan Felipe Gancedo SA [otra de las
constructoras de Báez] se cambió la histórica jurisprudencia interna de la AFIP
y de la DGI con un dictamen que equiparaba el servicio de movimiento de suelos
a la compra de bienes", declaró. Esa decisión, "le ahorró al grupo de
Báez cientos de millones de pesos en el blanqueo y moratoria dispuestos por la
ley 26.476, que a su vez le habían ahorrado miles de millones de pesos y causas
penales agravadas que habrían dado en cárcel con el recientemente procesado
[por presunto lavado] y su grupo".
- Uno de los destinos de la facturación trucha por cientos
de millones de pesos que acumuló Gotti Hermanos, otra de las constructoras de
Báez, era el presunto pago de "coimas".
- La protección a Báez dentro de la AFIP se concretó desde
el más alto nivel del organismo. "Uno de los sujetos que participó
activamente de la ejecución de esta «protección y abaratamiento de costos»
desde el Estado hacia el grupo de Lázaro Báez fue Carlos Sánchez, cuya esposa
actuaba, como mínimo, como asesora de Jorge Capitanich", relató.
- El organismo también adulteró los datos que le entregó al
Tribunal Fiscal para beneficiar a Badial, otra de las constructoras de Báez.
"Sánchez, quien dependía directamente de Ángel Toninelli, aunque reportaba
en realidad a Jorge Capitanich, falseó también una respuesta al Tribunal Fiscal
de la Nación para favorecer a la empresa".
- Mecikovsky también detalló nombramientos dentro de la AFIP
que serían cuestionables, como el de una abogada muy cercana a Báez que no se
presentaba jamás a trabajar, salvo cuando la habría sido convocada a manipular
las bases de datos del organismo y borrar información.
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