La Cámpora quedó fuera del directorio de Intercargo
La empresa será dirigida por Mario Agustín Dell' Acqua que
reemplazará en representación del Estado a María Cecilia García.
Intercargo que se dedica casi monopólicamente a la atención
en tierra de los aviones que llegan al país, reemplazó a su directorio. La
empresa estatal que supo ser modelo del kirchnerismo ya no será presidida por
La Cámpora, según confiaron fuentes del Ministerio de Transporte.
Según el acta a la que tuvo acceso, el directorio aceptó las
renuncias de María Cecilia Garía, presidente de la empresa, y de Gaspar
Alejandro Spiritoso, su vicepresidente. Los reemplazarán, respectivamente,
Mario Agustín Dell' Acqua y Luis Eduardo Pintos. Como Director Titular fue
designado Manuel Horacio Baladrón.
La empresa presentó esta mañana los papeles notificando los
reemplazos en el directorio y además el cambio de sede social, ya que se mudará
a Hipólito Irigoyen 250, piso 12, oficina 1224.
Intercargo recurrió a subsidios del Ministerio de Interior y
Transporte, cuando comenzó con millonarios déficits. En el 2012, por decisión
de la ex presidenta Cristina Kirchner, el gobierno la intervino para
"proceder al saneamiento económico-financiero" de la firma y ubicó
allí a una tropa de dirigentes de La Cámpora que respondían a Axel Kicillof, el
ministro de Economía.
La intervención, que inicialmente iba a durar 90 días, se
prolongó por dos años y terminó el 3 de marzo del 2015, aunque tras ello, no
hubo mucho cambios. García, que era interventora, fue nombrada presidenta, y
Gaspar Spiritoso, dejó su cargo de gerente de administración y finanzas para
ocupar la vicepresidencia.
Intercargo depende desde 1994 en un 80% del Ministerio de
Economía y en un 20% de la cartera de Defensa. Antes de pasar a manos del
Estado, la firma pertenecía al empresario Alfredo Yabrán.
En el 2012 la empresa tuvo un pronlongado conflicto con la
aerolínea LAN que derivó, en varias ocasiones, en la suspensión de vuelos.
Intercargó reclamaba una deuda de 38 millones de pesos, que LAN desconocía. A
partir de su intervención en noviembre de ese año, la empresa dio de baja todas
los desucentos sobre la tarifa oficial que percibían las distintas aerolíneas.
Desde entonces, le reclamaba a la multinacional chilena una deuda de más de 38
millones de pesos, correspondiente a la aplicación del cuadro tarifario
vigente.
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