La denuncia del fiscal por encubrimiento a favor de los
iraníes.En el tacho de basura de su departamento se habría encontrado una versión
original que contiene esa medida. La final tiene tachaduras.
Alberto Nisman escribió al menos dos versiones de su
denuncia contra Cristina Kirchner. Una es la que se dio a conocer de forma
masiva, la misma que se presentó en los tribunales. Una copia parcial de la
otra fue descubierta por la policía en el tacho de basura del departamento del
fiscal muerto. Ese escrito, descartado por Nisman cuando estaba vivo,
completaba la acusación que trascendió con el pedido de medidas resolutivas de
alto impacto: solicitaba el desafuero y la detención de la Presidenta; del
canciller Héctor Timerman; y también del piquetero Luis D’Elía.
Fuentes judiciales le confirmaron a Clarín que esa parte
desconocida hasta ahora de la denuncia del fiscal del caso AMIA fue incorporado
como prueba en el expediente que investiga su muerte.
En el escrito que presentó en el juzgado de Ariel Lijo,
Nisman le pidió al juez que cite a declaración
indagatoria a la Presidenta y al canciller, a D’Elía y lo mismo solicitó
para el resto de los investigados en esta trama, como Jorge “Yussuf” Khalil, o
el jefe de La Cámpora, Andrés Larroque.
La denuncia del fiscal fue difundida el jueves pasado a
través de la agencia de noticias del Poder Judicial. En ese texto no están
incluidos los párrafos de lo escrito por Nisman en los papeles descubiertos
mezclados entre los deshechos de su casa. Pero hay partes de ese documentos que
llaman la atención. La página 287 se destaca de las otras fojas no solo porque
hacia el final está el pedido de indagatoria contra Cristina y Timerman.
Ocurre que la mayor parte de las oraciones redactadas por
Nisman en esa carilla están tachadas con trazo negro: son 24 renglones
ilegibles.Son párrafos que corresponden a la primera parte del “Petitorio”, o
sea, al apartado en el que el fiscal le enumera al juez qué medidas le pide
para avanzar con la pesquisa.
Los primeros dos puntos del “Petitorio” se pueden leer
completos. Pero el “III” ya no. Empieza con la frase “Se decrete” y el resto
fue tapado con tinta oscura. El punto “IV” se inicia con un “Se proceda”, pero
es inútil intentar saber cuáles son las palabras que siguen: todo negro. El
item “V” es el más extenso y también el más tachado. Arranca con el pedido de
“Se practiquen” pero le siguen 12 líneas anuladas con el mismo método que las
anteriores.
La medida que corresponde al número “VI” también es de
lectura imposible. Apenas dice “Se proceda”. Otra vez las frases siguientes
están suprimidas. En el apartado “VIII” vuelve la normalidad: es la parte en la
que Nisman le pide al juez las declaraciones indagatorias de los imputados en
su denuncia.
¿La otra versión de la acusación que se encontró en el tacho
de basura del fiscal era una copia de esos párrafos tachados en el documento
final?
Nisman presentó su denuncia contra la Presidenta en el
juzgado de Lijo, según dice el sellado oficial, a las 8:45 del 14 de enero.
¿Por qué habría entregado su escrito con casi una página
tachada a mano?
¿A último momento cambió esa parte de la denuncia? ¿Por qué?
Son interrogantes que aun no tienen respuesta.
En las declaraciones que hizo a los medios para explicar el
contenido y el alcance de su acusación contra el Poder Ejecutivo, Nisman no
hizo alusión a un pedido de desafuero y de detención contra la Presidenta y el
canciller. Pero en su casa se encontraron pruebas que indican que pensó
hacerlo, tanto que lo escribió.
Esos papeles están ahora bajo custodia judicial: se
incluyeron en el expediente que investiga la muerte de su autor.
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