Del kirchnerismo al chavismo: Otra derrota del populismo
demagógico
Luego del triunfo de Mauricio Macri sobre Daniel Scioli en
el balotaje presidencial argentino, la coalición opositora de Venezuela le
arrebató al socialismo gobernante el control del parlamento. Rostros bien
diferentes se vieron en Caracas, luego de que la presidenta del CNE (Consejo
Nacional Electoral) anunciara los resultados. Tras un día de alta movilización,
que según el CNE ubicó la participación en 74,25%, la noche llegó para exhibir
alegría en la MUD (Mesa de Unidad Democrática) y en los simpatizantes de la
oposición, mientras el desconsuelo se apoderaba de los seguidores del
oficialismo, el Partido Socialista Unido de Venezuela
Para Mauricio Macri, quien hizo de Venezuela el eje de su
política exterior desde que ganó el balotaje al Frente para la Victoria, la
noticia que llega desde Caracas supone otro triunfo, a horas de asumir como
Presidente de la Nación. Para Cristina Fernández de Kirchner, otra derrota
demoledora.
La oposición venezolana propinó el domingo una devastadora
derrota al régimen de Nicolás Maduro en las elecciones parlamentarias del
domingo que podrían propiciar un verdadero cambio en el país petrolero.
Al término de una jornada en la que contó con la
participación de más del 74% de los electores, el Consejo Nacional Electoral
(CNE) anunció que la oposición venezolana obtuvo al menos 99 diputados de los
167 escaños que se encontraban en disputa, mientras que el oficialista Partido
Socialista Unido de Venezuela solo había conseguido 46 diputados.
Por definir se encontraban 22 escaños, que la presidenta del
CNE, Tibisay Lucena, dijo se trataban de curules donde aún no se había
registrado una tendencia irreversible.
“Los venezolanos y venezolanas tomaron su decisión”,
manifestó Lucena tarde en la noche del domingo al anunciar los resultados.
Advertencia de Nicolás Maduro
Desde el salón Ayacucho del palacio de Miraflores, el
presidente Nicolás Maduro reconoció los resultados electorales anunciados
previamente por la presidente del CNE, Tibisay Lucena.
Maduro señaló que de estos comicios el oficialismo salía
“con la moral intacta”. Él destacó que “siempre, en todas las circunstancias,
hemos sabido (…) ir a reconocer los resultados. En todas las circunstancias.
Resultados favorables, resultados adversos, de carácter local, regional,
sectorial, nacional y siempre hemos confiado en nuestro Poder Electoral y
siempre hemos confiado absolutamente en la voluntad de ustedes, queridos
compatriotas que me están escuchando”.
Maduro añadió que “lamentablemente, en estos años (…), no
contamos con la misma lealtad”, pero enfatizó: “Aceptamos los resultados
exactamente como han sido emanados por el Poder Electoral”.
Sin embargo, luego intentó dar su explicación muy
discutible: “En Venezuela no ha triunfado la oposición. En Venezuela,
circunstancialmente el día de hoy, ha triunfado una contrarrevolución en
puertas y ya sabemos lo que es una contrarrevolución enfrentada al pueblo
cuando está haciendo su propia historia”.
A la oposición, él le advirtió: “Administren muy bien ese
triunfo que han obtenido y ojalá puedan ponerse en sintonía con la necesidad de
millones, de que cese la guerra económica contra nuestra economía y contra
nuestro pueblo”.
La alegría
La Mesa de la Unidad, organización que aglutina los
principales partidos de la oposición, celebró los resultados, calificando los
comicios como el inicio del cambio en Venezuela.
“Comenzó el cambio, Venezuela, hoy tenemos razones para
celebrar. El país pedía un cambio y ese cambio comienza hoy”, expresó el
secretario General de la MUD, Jesús “Chuo” Torrealba, al leer el comunicado
oficial emitido por la organización. “El voto logró vencer democráticamente a un
gobierno que no es democrático”.
A causa de que aún faltaban escaños por adjudicar, no
quedaba claro si la oposición tendría los suficientes diputados como para
lograr una mayoría de tres quintas partes o de dos tercios del parlamento y las
potestades que derivan de eso.
Pero como mínimo, la coalición opositora con la mayoría
simple podrá aprobar el presupuesto nacional y créditos adicionales, iniciar
investigaciones a responsables públicos y aprobar una publicitada Ley de
Amnistía que busca liberar a quienes consideran "presos políticos",
entre otras cosas.
El triunfo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD),
ampliamente esperado por analistas, supone un punto de inflexión que abriría un
nuevo balance de fuerzas en Venezuela y daría vigor a una oposición que, por
primera vez desde que el fallecido Hugo Chávez asumió en 1999, actuaría de
contrapeso.
"Hemos venido con nuestra moral, con nuestra ética, a
reconocer estos resultados adversos", dijo el presidente Nicolás Maduro,
que ha sufrido una erosión en su popularidad por la crisis económica, en un
mensaje televisado. "Siempre supimos que nadábamos contra la corriente y
no nos escondimos".
Consejo de Felipe González
El expresidente del Gobierno español Felipe González pidió
hoy al Ejecutivo venezolano de Nicolás Maduro y a la opositora Mesa de la
Unidad Democrática (MUD) que abran un "diálogo nacional" para
favorecer la reconciliación, afrontar la crisis económica y pacificar el país.
González, en declaraciones a la emisora de radio española
Cadena SER, calificó de "clamoroso" el triunfo de la MUD en las
elecciones legislativas, en las que obtuvo 99 escaños, frente a los 46 del
chavismo, a expensas de que se adjudiquen los 22 restantes, destacó la agencia
Efe.
"Esta votación indica un deseo de superar la crisis y
de reconciliación entre todos los venezolanos. Va a hacer falta diálogo para
llegar a acuerdos", opinó el exlíder socialista.
González, presidente del Gobierno español de 1982 a 1996,
consideró que pese a la derrota en la Asamblea, Maduro no tiene la obligación
constitucional de dimitir, pero le recomendó "abrirse por primera vez al
diálogo" y "pactar" para enfrentar la "gravísima"
situación que sufre el país.
El político español, que se ha mostrado muy crítico con el
Ejecutivo de Maduro, al que ha responsabilizado de la crisis que vive
Venezuela, confió en que la oposición se mantenga unida para "medir los
tiempos políticos y actuar con mucha responsabilidad de país".
"Siempre hay el riesgo de desunión, pero lo mismo que
lo hay en el oficialismo", comentó González, quien este año ha apoyado
legalmente a algunos opositores venezolanos encarcelados como Leopoldo López.
El expresidente del Gobierno español ha afirmado que sería
un "gesto importante" que Maduro, antes de que se lo pida la
Asamblea, libere a los presos políticos.
Final de ciclo
Para muchos dirigentes opositores, la victoria el domingo
supone el principio del fin del chavismo.
"Con esta victoria empieza un ciclo en la vida política
institucional de Venezuela", dijo Jesús Torrealba, jefe de la MUD.
"Triunfamos con el arma más poderosa, porque creemos en la democracia, el
voto. Venezuela quería un cambio y ese cambio empezó, gracias Venezuela,
¡Gloria al bravo pueblo!".
Ondeando banderas con los colores venezolanos, lanzando
fuegos artificiales y tocando la bocina de sus vehículos, muchos militantes de
la oposición festejaban mientras otros se abrazaban y besaban en el comando de
la MUD, al este de Caracas.
Analistas aseguran que la coalición se benefició, en parte,
del voto castigo contra el oficialismo por el pésimo desempeño económico y que
la oposición aún está lejos de ser una fuerza dominante en el polarizado país.
"Yo fui chavista y orgulloso de serlo. Pero ¿cómo puedo
seguir así cuando mi sueldito ni me alcanza para darle comida a mis
hijos?", dijo Rodrigo Durán, un vigilante de 28 años en un centro de
votación en el este de Caracas.
A pesar de la victoria del domingo, la oposición venezolana
tendrá que remar mucho si quiere convertirse en la fuerza preponderante del
país y cambiar la ecuación política que ha marcado el pulso de Venezuela en lo
que va del siglo.
El Gobierno de Maduro aún cuenta con una base de apoyo
popular sólida y controla el resto de poderes públicos desde donde puede,
incluso, obstaculizar leyes propuestas por el parlamento.
"Administren muy bien ese triunfo que han obtenido y
ojalá puedan ponerse en sintonía de la necesidad de millones de que cese la
guerra contra nuestra economía y nuestro pueblo", dijo Maduro, aludiendo a
sus acusaciones contra la oposición de boicotear la economía venezolana en
busca de desbancarlo.
Si logra fortalecerse más, la oposición podría pujar por un
referéndum revocatorio contra Maduro, constitucionalmente permitido a partir de
abril de 2016, a la mitad de su período de seis años.
"Muchos no se imaginan en los sitios donde se ganó y
con la contundencia con la que se ganó", dijo el líder de la oposición
Henrique Capriles en una transmisión a través de Periscope.
Los venezolanos acudieron a las urnas para expresar su
opinión mientras el país sufre de una tenaz escasez de bienes básicos y una
alta inflación. Pese a que el voto no es obligatorio, un 74% de los 19,5
millones de empadronados sufragó.
Desde que Maduro asumió como presidente en abril del 2013,
la crisis de la economía venezolana se acentuó con el derrumbe de los precios
del crudo, fuente de un 90% de sus divisas del país miembro de la OPEP.
"Hay que respetar los resultados, los que sean. Así es
la democracia," dijo Gloria Torres, de 54 años, una administradora de
empresas que organizó vigilias en Caracas cuando Chávez luchaba por su vida.
"Somos chavistas y la lucha sigue".
http://www.urgente24.com/
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