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lunes, 7 de diciembre de 2015

Del kirchnerismo al chavismo: Otra derrota del populismo demagógico


Del kirchnerismo al chavismo: Otra derrota del populismo demagógico

Luego del triunfo de Mauricio Macri sobre Daniel Scioli en el balotaje presidencial argentino, la coalición opositora de Venezuela le arrebató al socialismo gobernante el control del parlamento. Rostros bien diferentes se vieron en Caracas, luego de que la presidenta del CNE (Consejo Nacional Electoral) anunciara los resultados. Tras un día de alta movilización, que según el CNE ubicó la participación en 74,25%, la noche llegó para exhibir alegría en la MUD (Mesa de Unidad Democrática) y en los simpatizantes de la oposición, mientras el desconsuelo se apoderaba de los seguidores del oficialismo, el Partido Socialista Unido de Venezuela

Para Mauricio Macri, quien hizo de Venezuela el eje de su política exterior desde que ganó el balotaje al Frente para la Victoria, la noticia que llega desde Caracas supone otro triunfo, a horas de asumir como Presidente de la Nación. Para Cristina Fernández de Kirchner, otra derrota demoledora.

La oposición venezolana propinó el domingo una devastadora derrota al régimen de Nicolás Maduro en las elecciones parlamentarias del domingo que podrían propiciar un verdadero cambio en el país petrolero.

Al término de una jornada en la que contó con la participación de más del 74% de los electores, el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que la oposición venezolana obtuvo al menos 99 diputados de los 167 escaños que se encontraban en disputa, mientras que el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela solo había conseguido 46 diputados.

Por definir se encontraban 22 escaños, que la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, dijo se trataban de curules donde aún no se había registrado una tendencia irreversible.

“Los venezolanos y venezolanas tomaron su decisión”, manifestó Lucena tarde en la noche del domingo al anunciar los resultados.

Advertencia de Nicolás Maduro

Desde el salón Ayacucho del palacio de Miraflores, el presidente Nicolás Maduro reconoció los resultados electorales anunciados previamente por la presidente del CNE, Tibisay Lucena.

Maduro señaló que de estos comicios el oficialismo salía “con la moral intacta”. Él destacó que “siempre, en todas las circunstancias, hemos sabido (…) ir a reconocer los resultados. En todas las circunstancias. Resultados favorables, resultados adversos, de carácter local, regional, sectorial, nacional y siempre hemos confiado en nuestro Poder Electoral y siempre hemos confiado absolutamente en la voluntad de ustedes, queridos compatriotas que me están escuchando”.

Maduro añadió que “lamentablemente, en estos años (…), no contamos con la misma lealtad”, pero enfatizó: “Aceptamos los resultados exactamente como han sido emanados por el Poder Electoral”.

Sin embargo, luego intentó dar su explicación muy discutible: “En Venezuela no ha triunfado la oposición. En Venezuela, circunstancialmente el día de hoy, ha triunfado una contrarrevolución en puertas y ya sabemos lo que es una contrarrevolución enfrentada al pueblo cuando está haciendo su propia historia”.

A la oposición, él le advirtió: “Administren muy bien ese triunfo que han obtenido y ojalá puedan ponerse en sintonía con la necesidad de millones, de que cese la guerra económica contra nuestra economía y contra nuestro pueblo”.

La alegría

La Mesa de la Unidad, organización que aglutina los principales partidos de la oposición, celebró los resultados, calificando los comicios como el inicio del cambio en Venezuela.

“Comenzó el cambio, Venezuela, hoy tenemos razones para celebrar. El país pedía un cambio y ese cambio comienza hoy”, expresó el secretario General de la MUD, Jesús “Chuo” Torrealba, al leer el comunicado oficial emitido por la organización. “El voto logró vencer democráticamente a un gobierno que no es democrático”.

A causa de que aún faltaban escaños por adjudicar, no quedaba claro si la oposición tendría los suficientes diputados como para lograr una mayoría de tres quintas partes o de dos tercios del parlamento y las potestades que derivan de eso.

Pero como mínimo, la coalición opositora con la mayoría simple podrá aprobar el presupuesto nacional y créditos adicionales, iniciar investigaciones a responsables públicos y aprobar una publicitada Ley de Amnistía que busca liberar a quienes consideran "presos políticos", entre otras cosas.

El triunfo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ampliamente esperado por analistas, supone un punto de inflexión que abriría un nuevo balance de fuerzas en Venezuela y daría vigor a una oposición que, por primera vez desde que el fallecido Hugo Chávez asumió en 1999, actuaría de contrapeso.

"Hemos venido con nuestra moral, con nuestra ética, a reconocer estos resultados adversos", dijo el presidente Nicolás Maduro, que ha sufrido una erosión en su popularidad por la crisis económica, en un mensaje televisado. "Siempre supimos que nadábamos contra la corriente y no nos escondimos".

Consejo de Felipe González

El expresidente del Gobierno español Felipe González pidió hoy al Ejecutivo venezolano de Nicolás Maduro y a la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que abran un "diálogo nacional" para favorecer la reconciliación, afrontar la crisis económica y pacificar el país.

González, en declaraciones a la emisora de radio española Cadena SER, calificó de "clamoroso" el triunfo de la MUD en las elecciones legislativas, en las que obtuvo 99 escaños, frente a los 46 del chavismo, a expensas de que se adjudiquen los 22 restantes, destacó la agencia Efe.

"Esta votación indica un deseo de superar la crisis y de reconciliación entre todos los venezolanos. Va a hacer falta diálogo para llegar a acuerdos", opinó el exlíder socialista.

González, presidente del Gobierno español de 1982 a 1996, consideró que pese a la derrota en la Asamblea, Maduro no tiene la obligación constitucional de dimitir, pero le recomendó "abrirse por primera vez al diálogo" y "pactar" para enfrentar la "gravísima" situación que sufre el país.

El político español, que se ha mostrado muy crítico con el Ejecutivo de Maduro, al que ha responsabilizado de la crisis que vive Venezuela, confió en que la oposición se mantenga unida para "medir los tiempos políticos y actuar con mucha responsabilidad de país".

"Siempre hay el riesgo de desunión, pero lo mismo que lo hay en el oficialismo", comentó González, quien este año ha apoyado legalmente a algunos opositores venezolanos encarcelados como Leopoldo López.

El expresidente del Gobierno español ha afirmado que sería un "gesto importante" que Maduro, antes de que se lo pida la Asamblea, libere a los presos políticos.

Final de ciclo

Para muchos dirigentes opositores, la victoria el domingo supone el principio del fin del chavismo.

"Con esta victoria empieza un ciclo en la vida política institucional de Venezuela", dijo Jesús Torrealba, jefe de la MUD. "Triunfamos con el arma más poderosa, porque creemos en la democracia, el voto. Venezuela quería un cambio y ese cambio empezó, gracias Venezuela, ¡Gloria al bravo pueblo!".
Ondeando banderas con los colores venezolanos, lanzando fuegos artificiales y tocando la bocina de sus vehículos, muchos militantes de la oposición festejaban mientras otros se abrazaban y besaban en el comando de la MUD, al este de Caracas.

Analistas aseguran que la coalición se benefició, en parte, del voto castigo contra el oficialismo por el pésimo desempeño económico y que la oposición aún está lejos de ser una fuerza dominante en el polarizado país.

"Yo fui chavista y orgulloso de serlo. Pero ¿cómo puedo seguir así cuando mi sueldito ni me alcanza para darle comida a mis hijos?", dijo Rodrigo Durán, un vigilante de 28 años en un centro de votación en el este de Caracas.

A pesar de la victoria del domingo, la oposición venezolana tendrá que remar mucho si quiere convertirse en la fuerza preponderante del país y cambiar la ecuación política que ha marcado el pulso de Venezuela en lo que va del siglo.

El Gobierno de Maduro aún cuenta con una base de apoyo popular sólida y controla el resto de poderes públicos desde donde puede, incluso, obstaculizar leyes propuestas por el parlamento.

"Administren muy bien ese triunfo que han obtenido y ojalá puedan ponerse en sintonía de la necesidad de millones de que cese la guerra contra nuestra economía y nuestro pueblo", dijo Maduro, aludiendo a sus acusaciones contra la oposición de boicotear la economía venezolana en busca de desbancarlo.

Si logra fortalecerse más, la oposición podría pujar por un referéndum revocatorio contra Maduro, constitucionalmente permitido a partir de abril de 2016, a la mitad de su período de seis años.

"Muchos no se imaginan en los sitios donde se ganó y con la contundencia con la que se ganó", dijo el líder de la oposición Henrique Capriles en una transmisión a través de Periscope.

Los venezolanos acudieron a las urnas para expresar su opinión mientras el país sufre de una tenaz escasez de bienes básicos y una alta inflación. Pese a que el voto no es obligatorio, un 74% de los 19,5 millones de empadronados sufragó.

Desde que Maduro asumió como presidente en abril del 2013, la crisis de la economía venezolana se acentuó con el derrumbe de los precios del crudo, fuente de un 90% de sus divisas del país miembro de la OPEP.

"Hay que respetar los resultados, los que sean. Así es la democracia," dijo Gloria Torres, de 54 años, una administradora de empresas que organizó vigilias en Caracas cuando Chávez luchaba por su vida. "Somos chavistas y la lucha sigue".

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