Cristina Fernández emprendió esta tarde (10/12), junto a su
hijo Máximo y su perra caniche, un viaje a Río Gallegos en un vuelo regular de
Aerolíneas Argentinas. En realidad, lo de regular es un decir. Parece que todo
fue una especie de montaje...
Esta tarde (jueves 10/12), horas después de que Mauricio
Macri asumiera la Presidencia de la Nación, Cristina Fernández emprendió junto
a su hijo Máximo y su perra caniche el viaje a Santa Cruz. Allí participará del
acto de asunción de Alicia Kirchner.
La presidente, su
hijo y su caniche viajan en clase turista, lo que sorprendió a muchos. Todos
los medios destacaron que la ex presidente viajó en un vuelo regular de
Aerolíneas Argentinas. Pero, en realidad, lo de 'regular' es un decir. Según
pudo saber Urgente24 de fuentes de la aerolínea estatal, el vuelo estaba
'cerrado' desde hace tiempo y no se podían comprar pasajes. Es decir, no se
trató de un vuelo común.
Cristina no quería
que nadie la moleste con quejas o reclamos (en el mejor de los casos) durante
su viaje. Pero tampoco quería alquilar un avión privado, ya que sabía que eso
le traería muchas críticas. Entonces montó esta farsa: un vuelo en apariencia
normal, pero cerrado, con pasajeros que probablemente sean militantes o
simpatizantes kirchneristas, por supuesto no problemáticos.
Eso sí: se aseguraron
de que en el avión viajen también periodistas de diversos medios, como Infobae,
Perfil y La Nación, para que lo cuenten.
No resulta casual que
ante las preguntas de la prensa, Cristina les dijera “¿por qué no escriben
ustedes lo que ven? así es mucho más fácil”.
Publica Infobae que
minutos después de las 15, la ex jefa de Estado y su hijo subieron al Boeing
737-700 y saludaron al resto de los pasajeros. "Apenas puso un pie en el
avión, Cristina Kirchner recibió algunos aplausos y encaró hacia la primera
fila de Club Economy", relata el portal.
Algunos le tomaban
fotografías, según se aprecia en un video. Otro de los pasajeros se acercó para
agradecerle "por la dignidad que nos dio" y le entregó una carta de
su esposa. El clima era distendido, agradable.
Cristina fue encarada
por los periodistas, que querían una declaración suya. "Ya hablé mucho,
chicos", les dijo amablemente. Consultada sobre qué había hecho en su
primera noche lejos del poder, dijo que la pasó "durmiendo".
"No pude ver
nada de la asunción de Macri", respondió entre risas y dijo que estuvo
"a las corridas con los preparativos del viaje".
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