En el último programa Mariana Moyano pidió que se apostara
por productos argentinos mientras mostraba un celular importado.
El ciclo kirchnerista 6,7,8 cesó sus emisiones en directo en
la TV Pública el miércoles pasado pero volvió a ser noticia. Durante el programa
final una de sus panelistas, Mariana Moyano, se despidió de la audiencia a
quien le pidió que apostara por la industria nacional y sacando fotos con su
celular.
Alguien inmortalizó a Moyano en ese preciso momento. En la
imagen puede observarse como el celular de la panelista es un Iphone 6 Plus, un
aparato que se fabrica en los Estados Unidos y que, por lo tanto, es importado.
La fotografía fue publicada en las redes sociales donde se generó una avalancha
de críticas a la periodista por la contradicción que suponía defender la
industria nacional pero consumir productos fabricados en el exterior.
Una polémica parecida ocurrió en julio pasado con otra
panelista de 6,7,8 Sandra Russo. La autora de la biografía de la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner fue víctima de un secuestro virtual. A muchos
usuarios les resultó irónico que una periodista oficialista sufriera en primera
persona las consecuencias de la inseguridad, tantas veces negadas por el
kirchnerismo. Pero además la criticaron por tener ahorros en dólares en lugar
de en pesos cuando fue a pagar el supuesto rescate de su hija.
Sin cepo, crecen las chances de que llegue el iPhone al país
La búsqueda del ícono de la marca de la manzanita cruza a
todas las fuerzas políticas, aunque se trate de un producto al que puede
acceder sólo una franja de la población.
Cada vez que una delegación del gobierno anterior viajaba al
exterior, no era raro ver al más mentado militante de La Cámpora en un Apple
Store, buscando el último iPhone. En realidad, la búsqueda del ícono de la
marca de la manzanita cruza a todas las fuerzas políticas, aunque se trate de
un producto al que puede acceder sólo una franja de la población. Lo cierto es
que, por las restricciones de divisas, sólo lo compraron aquellos que viajaron
fuera del país.
Con el levantamiento del cepo, sin embargo, puede haber
posibilidades de que el iPhone llegue a la Argentina. “No está clara aún la
política de importación, pero en la medida en que se pueda, será una
alternativa más”, dijo Alejandro Taszma, gerente comercial de Frávega, que
acaba de abrir dos sucursales de venta exclusiva de celulares y fabrica también
Samsung, Alcatel y una marca propia en Tierra del Fuego.
El desembarco “no es una decisión sólo del operador”,
explicaron desde Claro. “Para poder venderlo, primero debe haber una decisión
de Apple de traer sus productos al país”. Las empresas que ensamblan celulares
en Tierra del Fuego se encargaron de negociar protección comercial –la isla
representa 14 mil puestos de trabajo–, aunque no va más allá de las licencias
no automáticas de importación (LNA) que se aplicarán a los electrónicos.
Según las reglas de la OMC, las LNA no son una restricción y
hay un plazo máximo de sesenta días para aprobarlas, pero en sí no prohíben el
ingreso de mercadería. Así lo sabe, por ejemplo, Rubén Chernajovsky, quien
ensambla los teléfonos de Noblex y estuvo en el Ministerio de Economía el día
que se anunció el fin del cepo.
La marca de la manzanita no ocultó su desinterés por cumplir
con los requisitos que le reclamaban para vender en el país, como la
fabricación en Tierra del Fuego o la búsqueda de un socio local. El gigante
arma sus teléfonos con escala y costos asiáticos.
Según estimaciones del mercado telefónico, hay unos 300 mil
iPhone en la Argentina, pese a que ninguna telefónica lo comercializa. La
última versión del celular, que en Estados Unidos se compra por unos US$ 750
dólares, en Mercado Libre ronda los US$ 1.300, unos $ 17.000, es decir, el
doble.
El caso testigo de los juguetes
Tras el fin de las DJAI, el Gobierno garantizó a los
sectores sensibles que mantendrá la protección, pero los industriales
advirtieron que una apertura de importaciones puede impactar en el empleo. Por
otra parte, los sectores productivos adviertieron por el traslado a precio de
la devaluación en la materia prima y pidieron que se pueda importar cuando haya
abuso de posición dominante. Según explicó el presidente de la Cámara de
Jugueteros, Matías Furió, quien se reunió con el secretario de Comercio Miguel Braun
y el de Industria, Martín Etchegoyen, un aumento del 20% de la importación en
su sector puede generar desempleo. En cuanto al precio de los insumos, Furió
cuestionó a las petroquímicas que proveen los plásticos para los juguetes. “Hay
producción en diciembre que estuvo parada porque especularon con la
devaluación”, señaló tras la reunión con funcionarios.
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